Dios estaba en el Cielo mirando lo que hacían los hombres en la Tierra y vió que entre ellos reinaba una gran desolación. Por ello reunió a un grupo de ángeles y les dijo:
— Hijos míos, he estado observando a los hombres y mujeres de la tierra y hay algo que me llama la atención. Veo que no se respetan, que hay millones de hermanos en guerra, esposos y esposas que no contemplan carencias, ricos y pobres completamente apartados. ¡Estoy muy preocupado, los seres humanos necesitan ayuda!.
— Hijos míos, he estado observando a los hombres y mujeres de la tierra y hay algo que me llama la atención. Veo que no se respetan, que hay millones de hermanos en guerra, esposos y esposas que no contemplan carencias, ricos y pobres completamente apartados. ¡Estoy muy preocupado, los seres humanos necesitan ayuda!.
Los hombres se han olvidado de que los hice distintos para que se complementen unos a otros.
Tendrán que bajar muchos de Uds. a la tierra en mi nombre.
— ¿Nosotros? Dijeron los ángeles.
— Si, Ustedes son los indicados, ya que nadie más podrá cumplir esta tarea. Pero bajarán con francas distinciones y dicho esto les explicó su deber. Los separó en grupos y le asignó a cada grupo una tarea.
Prosiguió diciendo:
— Ustedes tendrán una gran memoria y concentración de excelencia: ¡Serán ciegos!.
— Ustedes tendrán pensamientos muy profundos, serán creadores visionarios y algunos hasta poetas: ¡Tendrán parálisis cerebral!
— Ustedes serán intranquilos y traviesos: ¡Tendrán hiperactividad!
Tendrán que bajar muchos de Uds. a la tierra en mi nombre.
— ¿Nosotros? Dijeron los ángeles.
— Si, Ustedes son los indicados, ya que nadie más podrá cumplir esta tarea. Pero bajarán con francas distinciones y dicho esto les explicó su deber. Los separó en grupos y le asignó a cada grupo una tarea.
Prosiguió diciendo:
— Ustedes tendrán una gran memoria y concentración de excelencia: ¡Serán ciegos!.
— Ustedes tendrán pensamientos muy profundos, serán creadores visionarios y algunos hasta poetas: ¡Tendrán parálisis cerebral!
— Ustedes serán intranquilos y traviesos: ¡Tendrán hiperactividad!
— Ustedes, mientras otros se preocupan por los avances de la ciencia y la tecnología, disfrutarán mirando una flor o una hormiga. Serán felices porque amarán a todos y no harán juicio sobre nadie: ¡Tendrán retraso mental!
— Ustedes vivirán en la tierra, pero su mente se mantendrá en el cielo, preferirán escuchar mi voz a la de los hombres: ¡Tendrán autismo!
— Ustedes tendrán dificultad para caminar, pero mentes muy brillantes y bajarán con la espalda ahuecada: ¡Tendrán mielomeningocele!
Y continuó así, asignando diferentes tareas a cada grupo de ángeles y al último le dijo:
— A ustedes les daré el don del cariño, serán muchos en la tierra pero no habrá distinción entre ustedes porque tendrán la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre. Justo antes de nacer: ¡Tendrán síndrome de down!
— A ustedes les daré el don del cariño, serán muchos en la tierra pero no habrá distinción entre ustedes porque tendrán la cara, los ojos, las manos y el cuerpo como si fueran hermanos de sangre. Justo antes de nacer: ¡Tendrán síndrome de down!
Una vez terminada la asignación les aclaró: Cada uno llegará en el vientre de su madre. Ahí se formarán por 6, 7, 8 o 9 meses. Y al nacer, todos serán recibidos con profundo dolor, causarán miedos y angustias, algunos Padres van a rehusar la tarea, otros la asumirán con miedo o enojo y habrá quienes se echarán la culpa. Todos llorarán, pero esas lágrimas se convertirán en amor y aceptarán el deber. Sea cuál fuere el caso, su misión en la tierra será transmitir FE, ESPERANZA y AMOR.
Y así comenzaron los ángeles a descender a la tierra con una profunda emoción.
Hoy siguen bajando ángeles con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta. Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de trabajar con ellos, para aprender de ellos.
Si tienes un ángel en tu hogar o trabajas con uno, cuídalo y aprende de él, porque Dios te ha elegido a ti, no a él.
Y así comenzaron los ángeles a descender a la tierra con una profunda emoción.
Hoy siguen bajando ángeles con espíritus superiores en cuerpos limitados y seguirán llegando mientras haya humanidad en el planeta. Dios quiere que estén entre nosotros para darnos la oportunidad de trabajar con ellos, para aprender de ellos.
Si tienes un ángel en tu hogar o trabajas con uno, cuídalo y aprende de él, porque Dios te ha elegido a ti, no a él.
Desconozco su autoría.
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