Ahora que sé de verdad
que mi hora ha llegado
y que Dios a mi vida
ya le ha puesto plazo
ya no quiero fingir más
y debo hacerme cargo.
El doctor hoy dijo "un año"
y este me parecerá ¡tan largo!
El duro tratamiento hará
que quiera bajar los brazos
pero te tendré a ti, que
me cuidarás hasta los pasos.
Y será la mejor pócima
que me hayan recetado...
El mas dulce brebaje
que hayan bebido mis labios.
Entonces sabrás de verdad
lo mucho que te he amado
que cuando me decías te quiero
me crecían alas en los brazos.
Hoy que reposo en tu pecho
y que me acuesto a tu lado
que la forma de mi cuerpo
quedará por siempre estampado.
Quiero sólo que me recuerdes
con una sonrisa en tus labios
que no olvides el pimpollo de rosa
traerme como todos los sábados.
Que cuando en sueños me tengas
y beses mis ojos cerrados
recuerdes las veces que ellos
por ti lágrimas han derramado.
Mi corazón parece un corcel
que cabalga desbocado.
Déjalo que se aquiete
y átalo sosegado...
Ámame lentamente
sorbiendo este amor de a tragos.
Yo respiraré hondo y profundo
mientras me sigues amando.
Tenemos según el doctor
por delante casi "un año"...
Será casi en primavera
cuando florezcan los naranjos
y sus perfumes a azahares
impregnen mi cuerpo blanco.
Prométeme que dejarás que se posen
mis amigos todos "mis pájaros".
Los que alegraban mis días
aún cuado estos eran nublados
coróname de mariposas
y de jazmines muy blancos.
Ponme solamente como un sello
incrustado entre mis manos
una leyenda que diga :
"Morí por amarte tanto".
Autora: Libia Carciofetti
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